(Publicado en la desaparecida Espacio Lesbia)
Las redes sociales se han expandido de una forma salvaje, hasta tal punto que llegamos a socializar más a través de ellas que con una caña en la mano, aunque quizás sea en gran parte por la cantidad de tiempo que nos roba el trabajo. Si abandonamos la tienda o la oficina para bajar con las amigas a tomarnos una cerveza, es probable que al día siguiente tengamos una carta de despido sobre la mesa, así que no nos queda más remedio que mantener la discreción. Ir cien veces al cuarto de baño o esconder el móvil bajo la mesa, sobre el regazo, suelen ser las técnicas más utilizadas. Sé que hay otros métodos más atrevidos, pero que cada cual se arriesgue en la medida en que su descaro se lo permita.
La red social preferida por las chicas trabajadoras suele ser el Twitter, que permite enviar un mensaje corto y no llama mucho la atención por tener una interfaz discreta y sin fotografías de gran tamaño. Pues bien, si abrimos nuestro Twitter y hacemos una búsqueda relacionada con el hashtag “lesbiana”, encontraremos un montón de comentarios de personas heterosexuales quejándose de que las lesbianas hemos invadido Twitter. Yo creo que llevan razón, aunque en mi caso está justificado porque solamente sigo a chicas abiertamente homosexuales. Por otro lado, si introducimos la palabra “bollera” en el buscador, la cosa cambia completamente. Los tweets que se muestran en el listado pertenecen únicamente a lesbianas que se increpan unas a otras, a sí mismas, o a todas nosotras. No suelen faltar los clásicos referidos al drama bollero, en la línea de “Bolleras que primero te insultan y después te siguen #holaloquers”, y los que critican algún tópico, “Bolleras que llevan las uñas más largas que sus gatos #muy fan sabemos que no follan y ellas saben que lo sabemos”.
A un nivel menos general y centrándonos en los tipos de perfiles bolleros que podemos encontrar en Twitter, básicamente destacan tres (y, si me apuras, dos).
- La Bollera Merengue, llamada así por la sobredosis de azúcar y no por los colores deportivos. Es la típica persona que no para de twittear poesías, dedicatorias de carpeta de esas que te ponían tus amigos en el instituto o frases muy trascendentales con una carga amorosa XXL. Inexplicablemente, suele tener muchos seguidores aunque pueden ser carne de unfollow.
- La Boller Killer, que reniega de los tópicos sobre lesbianas y las pone a parir como si hablase desde la heterosexualidad. Comentarios en plan “odio a las bolleras que…” o, simplemente, “odio a las bolleras en general”. Llama mucho la atención que cuando las conoces en persona son lesbianas estereotipadas, con su camisa de cuadros y su gato. Probablemente alguna de ellas llegue a convertirse en tweetstar.
- La Cásper. En su descripción define claramente sus intereses: follar. Los tweets que publica únicamente hacen referencia al sexo y suele utilizar un lenguaje directo y cortante, dando la impresión de ser una tía bastante borde. Presume de practicar sexo a todas horas, algo bastante improbable debido a la cantidad ingente de tweets que publica a lo largo del día. Este perfil es compatible con la Boller Killer.
Más de una se estará preguntando en cuál de los tres perfiles encaja y, probablemente, muchas de vosotras no os sentiréis identificadas con ninguno. Tengo unas palabras de consuelo, chicas, así que no os preocupéis: Todo llega.
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